Entre drama rural y folk horror, The Severed Sun es una pequeña y encantadora película independiente en la que, de forma inexorable, lo monstruoso hunde más sus raíces en la oscuridad del ser humano que en la criatura que acecha. En efecto, Magpie (una espléndida Emma Appleton), mujer atrapada entre el yugo masculino y la autoridad religiosa, encontrará una forma de redención en el corazón mismo de las fuerzas oscuras que libera. El largometraje del británico Dean Puckett, que amplía aquí su cortometraje The Sermon, es así un relato perverso y conmovedor sobre la opresión de las estructuras establecidas —ya sean religiosas o patriarcales—, además de un cuento sombrío con imágenes cuidadas y una atmósfera hipnótica.