Con The House of the Devil, Ti West nos ofrece una auténtica película de terror de la vieja escuela. Y es aún más disfrutable por ser mucho más que un homenaje nostálgico. El encuadre, la música, el grano de la imagen... toda la estética de la película recuerda al cine de terror de los años 70 y 80, cuando hacer de canguro era el trabajo más peligroso del mundo. Del suspense gangrenoso al gore inesperadamente brutal, The House of the Devil es una auténtica película de miedo, de esas en las que uno siente, con el corazón enfebrecido, que la noche va a ser larga y fantasmal.