En su ópera prima, Olivia West Lloyd disecciona con maestría los dolorosos tejidos de la psique humana en un asfixiante thriller paranoico. La ansiedad se cuela insidiosamente, atrapándonos junto a Meg, cuya realidad vacila a medida que resurge su traumático pasado. Impulsada por unas interpretaciones muy sólidas y un agudo sentido del encuadre, Somewhere Quiet coquetea con el terror venenoso al tiempo que se enraíza en el drama psicológico, dejándonos emocionalmente agotados.